| la habana, cuba |
Llegamos a una iglesia en el coche de amadito valdés, los tres entraron a ella, orga en la cámara con el registro de video y julio verificando la escena, los tres bajaron del coche y yo me quedé arriba de el como cuico cuidando el coche, en la calle niños jugando correteando perros salchichas (como abundan) y a mi izquierda las escaleras del templo, y un indigente que no se le veía muy sano mentalmente, sin una pierna y con sus muletas a un lado levantaba y soltaba un trapo en repetidas ocasiones sin despegar la vista de ella, parecía una camiseta, yo lo observaba sin perder detalle, el mientras tanto algo platicaba. Sólo me quedó sacar mi cámara y registrar la escena.